sábado, 27 de agosto de 2011

Aquel ave.


Hay algo que quiero contarte y que me ha ocurrido a mi. Quizás te pueda servir de ayuda a ti que lees esto.
Una mañana como tantas otras, caminaba por las calles del barrio de la soledad. Entre medio del bullicio aturdidor, llegó hasta mis oídos un sonido incomparable a los demás. Era un trinar pero no de un pájaro normal.
Nunca el cantar de un pájaro me resulto tan triste, percibí su tristeza, su soledad. Alce la vista y lo vi, está en una hermosa jaula dorada.
Pájaro siente mi corazón junto al tuyo. ¡Por favor!, por favor alégrate aunque mas no sea, por mi. Porque yo te comprendo. Se o imagino que aún no has conocido el amor.
Siento que nunca lo sabrás, por eso quiero ayudarte  a salir de la jaula pero la distancia no lo permite.
¡¡¡DIOS, dame alas, dame fuerzas para llegar hasta él!!!
¡¡¡DIOS, escúchame!!!
¿¡¿¡¿¡Pero… que me está sucediendo!?!?!?
¡Me estoy elevando, me estoy despegando de la tierra!
Que sensación más maravillosa, mi cuerpo queda allí. Ahora comprendo, mi esencia llegara hasta ti hermoso pájaro.
¡Gracias DIOS!
Estoy frente a ti, toco los dorados barrotes de tu jaula, comienzo a hacer fuerza, en ese momento me percato de la cantidad de plumas que hay allí, esparcidas por doquier e imagino de las veces que has intentado escapar.
Repentinamente brotan lágrimas de mis ojos, lloro. Me invade la furia y decido canalizarla para aumentar el esfuerzo, todo ayuda a la fuerza que aplico. Pero los barrotes no ceden.
Comienzas a cantar una hermosa melodía para alentarme pero no hay resultados, mis manos sangran. Tu alegría fue tan corta. No he podido servirte.
¡Por favor no sigas con tu aleteo alocado!. Te haces daño, quedas en un rincón, creo que lloras…
¿Por qué?
¿Es que no te das cuenta que quiero ser el que absorba todas tus penas?, necesito escuchar tu mejor trinar, como cuando eras pichón. ¡Por favor, bríndamelo!. Lo necesito. ¿Me lo darás?
Espero que si…
Hoy todavía espero la repuesta, pero ya no ha vuelto a ser lo mismo. Espero dentro de mi hermosa jaula dorada.
Mi pena tiene que ser escuchada por alguien…
He escrito esto para que cuando alguien lo lea, sepa mi historia y me pregunte si logre escapar de mi jaula o si ayude a aquel pájaro a escapar. El tiempo dira la repuesta.
¡Ojala tú puedas escapar o ayudar a escapar a otro!

miércoles, 24 de agosto de 2011

Otro día.

Otro día que amanece en su vida gris, mira a través del vidrio del ventanal y ve que el tiempo aún no decide si será un hermoso día o si será plomizo, lluvioso, pesado como su vida.
Mientras el tiempo discurre muy lentamente ante sus ojos, el nivel de café en su jarrita va bajando como el vapor que emana.
Se siente tan reconfortante estar allí, mirando desde su mesa de café, como la ciudad empieza a cobrar movimiento y su gente apurada corre en todas las direcciones tratando de llegar a tiempo a sus trabajos, a sus compromisos o como a él le gusta soñar, a sus trampas insospechadas.
El mozo se le acerca y pregunta si desea algo más, cuando levanta la vista para pagarle, aprovechando que está allí, nota la mirada compasiva de aquel hombre mayor y se da cuenta que su cara no es la mejor, que su cara debe ser un fiel reflejo de su estado de ánimo.
Toma su diario, lo enrolla, coloca bajo su axila y en el otro lado de su cuerpo calza su bolso de herramientas y sale abriéndose paso entre sillas, mesas y clientes recientes. El siempre trata de huir antes de que se llene el bar, no soporta el roce con las personas y menos si hay tantas.
Camino a su humilde morada, decide ir por la avenida, un dejo de esperanza le hace incentivar el gusto de ver caras desconocidas e imaginar como serán sus vidas y que harán de ellas.
Algo en él cobra movimiento y por un lapso de tiempo es como que tiene ganas de volver a disfrutar del día. Al llegar a la esquina, esta la niña que para allí y que la vez que él pasa ella ve con cariño como si quisiera redimirlo, exorcizarlo, depurarlo de sus pesares. El siempre deseo saber que se siente acariciar esa piel tan blanca, más de una vez fantaseo con estremecer su cuerpo junto al de ella. Al estar de buen ánimo, mete su mano en el bolsillo del pantalón donde está su vieja billetera, comienza a sacarla para hacerle una oferta.
Pero de repente un pensamiento más rápido que un rayo, cruza por su cabeza y enfunda nuevamente y sigue con su paso lento hacia su casa. La ramera nota esto y profundiza un poco más la lástima que siente por aquel miserable que siempre la mira desde lejos. Ella sabe que el lleva un gran pesar, dicen que aquel hombre era el hombre más feliz sobre la faz de la tierra junto a su gran amor pero también cuentan que desde que ella lo abandono su vida se volvió gris, obscura y sin alegrías. Solo vive el día a día como una pesada carga, como una condena en libertad.
Él sigue como si nada, volvió a ser el mismo triste ser que es todos los días, él se da cuenta, él presiente la mirada de ella, de la puta niña que siempre lo ve con ojos tiernos que con su mirada transmite su amor platónico por él.
Es otra cicatriz para su alma nunca poder concretar algo con la niña, el piensa que a pesar de la mala vida  que ella lleva esta mejor sin su compañía, estos y otros pensamientos nublan su mente y cuando menos se da cuenta esta encajando la llave en la cerradura del portón de su casa.
A duras penas puede abrirlo, solo lo suficiente como para pasar de costado. Lo que alguna vez fue un glorioso frente es hoy un triste paisaje, en muchas mentes el frente y jardín de esa casa les recuerda a las viejas películas de terror y todos saben que ese jardín tuvo mejores días, pero claro… estaba ella, su gran amor que antes de abandonarlo se encargaba de que la casa estuviese impecable pero desde que se conoció el rumor de que ella lo abandono por otro debe de haber menoscabado las ganas del triste hombre. Y él lo dejo a abandonado a su suerte, nunca mostro un poco de interés por cuidarlo o limpiarlo, quizás es un reflejo más de su alma.
Una vez dentro de su casa encamina su andar hacia su dormitorio y con mucho cuidado abre la puerta para producir el menor ruido posible, no quiere perturbar  la paz que hay en ese momento. Enfila para su lado de la cama, abre un poquito las cortinas y deja que un haz de luz impacte contra la cama haciendo notar la figura femenina que yace de lado, el extiende su mano hacia el hombro de ella, se detiene, como tantas otras veces. ¿Para qué molestarla?. Decide ir a darse un baño porque siempre siente el hedor de la ciudad pegado a su piel y no le gusta pensar que a ella le disgustaría sentirlo. Luego de tomar una ducha larga y reparadora, sale hacia su dormitorio y cuando se sienta en su lado decide no intentar nada ante la indiferencia.
Entonces se levanta, va hasta “la cómoda”, abre el primer cajón, revuelve un poco, saca aquella caja de madera tallada y con un tamaño no mayor a una caja de bombones.
Agotado, se sienta en el sillón, junto a la ventana, abre un poco más las viejas cortinas y se dedica a observar la figura de ella que permanece inmóvil allí, como si el no estuviese y eso hace que el desespere. Cansado de la situación, abre la caja, durmiendo un sueño intranquilo, esta su viejo 38 largo, lo saca, apunta a su sien y se descerraja un tiro. Así concluye su triste y larga agonía.
El ulular de sirenas, el griterío, el tumulto que se junta frente a esa casa, hace que el barrio pierda su tranquilidad típica. Un hacha parte al medio la vieja puerta de madera, un brazo cruza la grieta y saca el pestillo, liberando la entrada, uno a uno son revisados los ambientes hasta que llegan al dormitorio principal.
La imagen hace descomponer, al joven oficial, no puede creer lo que ve ante sus ojos sorprendidos. El cuerpo del hombre bañado en sangre y lo que parece ser una mujer que esta de costado como durmiendo un sueño eterno, esta momificada…

jueves, 18 de agosto de 2011

Buscandote.

Caminando por las calles grises de nuestra ciudad bajo el cielo color plomo combinando con mi estado de animo, estoy extrañándote. Quisiera tener la oportunidad de volver a verte, de estar cerca tuyo. ¡Como extraño tu sonrisa, tus formas, tu pelo, a todo tu ser!. Ya no aguanto un minuto mas sin poder verte. ¡Como odio el día en que nos dejamos de ver!
Siento que la vida arranco una parte de mi, la pena hizo su nido en el centro de mi pecho, las lágrimas siempre están al borde de mis ojos. Daría lo que fuese por volver a hablar contigo.
Le pido a Dios a cada minuto que te traiga hacia mi, cuando camino por la ciudad busco tu cara, tu cuerpo en cada una de las figuras que pasan al alcance de mi vista.
Amaría con todo mi ser un momento casual, solo para contemplarte, aunque no me notes ni me hables. La sola dicha de pensar en verte hace que mi corazón se estremezca.
Me conformo con tan poco porque se que quedaste fuera de alcance, solo puedo contemplarte como un astrólogo contempla las bellezas del universo... desde lejos.
Estoy esperándote, animate, se la primera en dar el paso o si no te animas, dame una señal que yo lo daré asi mantendremos tu orgullo intacto.

Recuerdos


Anoche mientras realizaba la última tarea domestica comencé a recordar algo y me quede un rato en la vereda de mi casa pensando en tan lindos recuerdos. Hoy al levantarme, controlando el correo, decido entrar a mirar un poco mi muro y allí mi querido amigo José Beltramino escribió algo sencillo, muy tierno por cierto, que me hizo revivir un montón de recuerdos acerca de su padre.
El chivo era para muchos de nosotros un personaje de aquellos, siempre con buenas historias.
A raíz de esos recuerdos, comencé a pensar que solo tengo buenos recuerdos a lo largo de mi vida y ahí no más, me cuestione esto último. Así que me tome el trabajo de pensar un poco más las situaciones y es como que recordé tener malos recuerdos (si se me permite la redundancia).
¿Entonces porque solo vivimos de los buenos recuerdos?. ¿Recordar los malos, es de pesimistas?
¿Sera porque a toda costa nuestra mente “nos quiere hacer felices”?
¿Tendrá algo que ver con lo que leí alguna vez e que nuestra mente es como un gran armario lleno de cajones y solo podemos ocupar uno por recuerdo y que después  de un tiempo tiene que limpiarlo para poner otro más reciente ya que el número de cajoncitos está limitado desde que nacemos?
Entonces, ¿Yo soy un tipo feliz porque realmente vivo buenas situaciones o porque mi mente me hace creer que es así?
Si hago un balance, así rapidito no más, me da saldo positivo ya que me resultan muy convenientes los trucos de mi mente y la verdad es que esta bueno solo recordar lo más lindo, ahora mismo estoy teniendo excelente recuerdos de situaciones, de cuestiones amorosas, de reuniones con amigos.
Mientras escribo esto, me acorde de una charla casual que tuve con mi amigo Flavio a raíz del comentario del hermano de otro gran amigo. El Sábado se casó un amigo y en su fiesta nuestro grupo de amigos por un momento dejo a sus  esposas, mientras picábamos algo a la entrada de la fiesta y por un momento, Javier (el Hno. del que se casaba), creyó ver a los jóvenes aquellos que asistieron al cumpleaños de 15 de su hermana. Estoy hablando de 20 años atrás, mínimo. Ósea aquel grupito alborotador, liero, súper compañero.
Pero lo más curioso, que le contaba a Flavio, es que yo en mi festejo de cumple en una quinta en un momento determinado tuve una regresión a nuestra adolescencia al ver a mis amigos cuarentones jugar, correr, chapotear alrededor de la pileta. Por un momento volví a tener 15 o 16 años.
Esto es lo que me resulto curioso de que por un momento en particular, salten tantos recuerdos y la fiesta en particular fue un gran detonante de muchísimos recuerdos al ver a tantas personas después de muchísimo tiempo y compartir recuerdos.
Pero lo bueno es que la fiesta también sirvió para generar buenos y nuevos recuerdos, desde las lágrimas del Robert a las lágrimas del Pelado, pasando por el hambre atroz que nos hizo cuervear a una moza, la caída del “oso” y tantos otros. Pero el mejorcito vino al final, después de muchísimo tiempo de estar sin vida social, fui a una fiesta y me quede hasta que nos barrieron… prácticamente.
Hablando de recordar, también recuerdo vagamente la conversación con una amiga de la novia, alguien que controlo el tiempo dijo que estuvimos más de una hora hablando… Quisiera recordar de que hable, tanto, ya que apenas la conocí allí.
Qué lindo es recordar pero tiene su contra recordar, podemos caer en la desgracia de vivir de los recuerdos haciendo que todo el tiempo comparemos y nunca disfrutemos del presente.
Otra cosa que me gusta de los recuerdos está relacionado con la música, me resulta muy llamativo como por cada tema musical que escuchamos y que tiene que ver con los que conocemos o conocimos, nos saltan muchos recuerdos.
Esto es bastante general por lo que hable con algunos amigos, muchas veces ponemos música de nuestro pasado, lejano y reciente, y caemos en el precipicio de los recuerdos.
-          ¿Te acordas del tema de Phil Collins, “en el aire esta noche”?
-           Si, como que no, fue con el que me anime a encarar a una señorita para mi primer baile lento.
-          ¡Ja! ¡Qué loco!. Eso fue hace 25 años atrás… Es más la señorita en cuestión se llamaba…
¿Cuantas veces muchos de nosotros en una conversación, relacionada con la música, escuchamos cosas similares?
Es buen ejercicio recordar lo bueno, hace pasar un poco mejor la vida pero también es bueno recordar los malos. Nos convierte en mejores personas al superarlos ya que sin dificultades el hombre no crece como ser.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Primer pensamiento con esta nueva herramienta.




Dando vueltas por la vida virtual que provee el FB, me percate de un pavada e hice un comentario a lo que una querida amiga me contesto y en el momento no me di cuenta de que tan profundo había calado en mi eso que creí haber descubierto y el comentario que obtuvo.

La nota en cuestión hacia referencia a lo histéricas que están las mujeres jóvenes, muy jóvenes, hoy en día. Algo que note por fisgonear en perfiles ajenos ya que el el mismísimo FB te sugiere a cada rato a quien agregar y muchas veces la morbosidad de espiar se hace presente en este débil ser.
Desde allí en mas, lo que creí un episodio cotidiano sin importancia, amaneció junto a mi despertar haciendome notar que había algo mas dando vueltas por mi alocada cabecita.
Tuve la necesidad compulsiva de empezar a escribir esto y me levante  pensando que herramienta usar y si se podía "agregar" al FB y bueh, aquí estamos.


Esto seria el pensamiento en si:
Mi estupidez sin fin me hizo pensar en que "si las minitas" están así de histéricas a esta edad tan inmadura como para razonar el daño que pueden causar sus acciones, la que les espera a los pibitos actuales y futuros hombres que las padecerán. Eso en si era algo, por lo menos para mi, lo gracioso.
Pero como los vericuetos de la vida son tan extraños, me puse a pensar en alguien que conozco y que concatene con mi primer pensamiento que a esta altura ya no me resulta tan gracioso.
Primero que nada comento que debido a mi enfermedad debí recurrir a un grupo de ayuda en un hospital publico y por suerte gracias a los profesionales, a Dios y a la suerte algún que otro resultado están obteniendo conmigo.
Pero en este grupo no todos tienen mi suerte y uno de mis compañeros no pudo bajar los kilos necesarios, es mas, aumento algunos mas. Este querido compañero alguna vez comento que tenia mucha vergüenza de acercarse a una mujer para hablar con ella e invitarla a algo, ya sea café, comer o alguna salida.
Pues bien, ¿Que tiene que ver esto con mi comentario de FB?.
Que me puse a analizar cuantas veces escuche a muchas mujeres de mi edad o mas grandes quejarse sobre la falta de hombres que hay en la actualidad, pero a la hora de mirar a quienes las rodean o frecuentan y prestar atención a los detalles, prefieren cerrarse y negar que allí dentro de ese cuerpo voluptuoso puede estar el amor de sus vidas, el generador de incontables alegrías, un compañero de vida. Si se quiere deberían de notar que el envase REALMENTE no importa, es mas puede ser una gran vasija con mucho amor para dar.
Yo no tuve muchas oportunidades de salir de mi ciudad así que no puedo hablar sobre las mujeres en otros sitios pero la sociedad en la que estoy insertado es muy cruel y de una caraurdez tal que   no quiere admitir que son discriminadores. Las apariencias importan, y mucho, que el apellido pareciera que indica la altura del escalón en el que estas parado en la escalera de la vida, que el poder adquisitivo que uno posee determina cuan feliz podes hacer a otra persona.
Entonces esa carga fue asimilada, tal cual un veneno que el asesino no quiere que se note y por ello lo suministra en pequeñas dosis diarias, sumado al hecho de que llegaron a una edad donde todo les molesta. Sin ir mas lejos, siempre cuento la misma historia, estando en un boliche en una reunión donde predominaban las mujeres y sumergido entre ellas me camufle ante sus ojos, sin quererlo, comenzaron a hablar sobre los hombres y escuchaba cada cosa que haría ruborizar hasta al emperador romano Caligula.
Después de analizar las bondades de tener un hombre para sastifacer sus necesidades físicas o de que les hagan un asado comenzo la inquisición y ahí me avispe de que el dicho "no hay p*****a que les venga bien", es cierto y vale para muchas de las mujeres, al menos de la sociedad en la cual estoy.
No quiero entrar en detalles de lo que decían porque aquí no viene al caso, pero el resultado era el inconformismo de hallar al hombre ideal y si lo hallaban, algún defecto seguro iba a tener.
¿A que voy con toda esta chorrera de palabras?

A que el comentario tonto de FB me hizo pensar en un ser que desea conocer las mieles del amor pero por la histeria que reina en las mujeres grandes, ellas se privan y privan a alguien mas de tener la sensacion reconfortante de sentirse acompañados/as, queridos/as.
Tengo la fea sensacion de que aquí a algunos años, los que no son perfectos físicamente o tienen el color correcto o posean la capacidad monetaria suficiente como para hacer que esos dos detalles no sean tomados en cuenta, serán material de descarte.

¿Que tan egoísta somos?
Si nos dieron un Don y no somos capaces de duplicarlo.
¿De que sirve tener una capacidad y no utilizarla?